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  • La Producción de leche cada vez más concentrada 2/10/2025

    El escenario mundial de la producción de leche

    Al analizar la producción mundial de leche, observamos una tendencia a la concentración. Según la FAO, en 2022, la producción mundial alcanzó alrededor de 930.000 millones de litros, de los cuales aproximadamente el 81 % fue producido por tan solo 25 países.

    Sin embargo, la concentración no se produce solo entre países: dentro de estos países, se observa una tendencia similar a la observada en Brasil, donde un número cada vez menor de explotaciones lecheras concentra la mayor parte de la producción. Entre 1996 y 2022, por ejemplo:

    • 23 de los 25 países con mayor producción registraron un aumento en su volumen de producción.
    • Los 25 mostraron un aumento en la productividad en litros/vaca/año.
    • 20 aumentaron el número total de vacas en su rodeo.
    • 19 mostraron una disminución en el número total de propiedades productoras de leche.

    Para ilustrar mejor el panorama global, tomemos el ejemplo de un país con una producción lechera significativa: Estados Unidos. En EE. UU., entre 2017 y 2022, dos de cada cinco granjas lecheras cerraron sus operaciones. Sin embargo, al analizar los datos del USDA-NASS del mismo período, tanto la producción como la productividad en el país continuaron creciendo.

    Actualmente, se estima que casi dos tercios de la leche estadounidense se produce en fincas con más de 1.000 animales, lo que representa solo el 8 % del total de granjas lecheras del país. Además de la disminución del número de pequeños productores, esta concentración de la producción tiene otras razones.

    Si disminuye el número de productores, ¿por qué aumenta la cantidad de leche?

    Como se mencionó anteriormente, varios factores han provocado la salida de los pequeños y medianos productores de la producción lechera. Sin embargo, al analizar la realidad de las grandes explotaciones lecheras, la situación es muy diferente.

    La profesionalización de la producción lechera a gran escala ha demostrado ser un factor diferenciador decisivo. La inversión en tecnologías como genética de alta calidad, sensores, cámaras, ordeñadoras robóticas y comederos, combinada con mejoras en la gestión financiera y de personal, establece una clara línea entre una producción rentable y sostenible y una producción que no logra mantener la competitividad.

    Este contraste se hace aún más evidente al comparar el volumen promedio de leche producida por vaca al día en Brasil con el promedio de los 100 mayores productores del país, según el ranking MilkPoint/ABRALEITE Top 100. Estas cifras reflejan cómo la eficiencia y la adopción de tecnología impactan directamente en los resultados, reforzando la ventaja competitiva de los grandes productores.

    Además, las explotaciones más grandes suelen tener un acceso más fácil a estas tecnologías o a líneas de crédito que facilitan su implementación. Esta ventaja les permite expandir continuamente su producción, ya sea incrementando la productividad del rodeo o adquiriendo nuevos animales, consolidando aún más su posición en el mercado.

    La transformación de la cadena láctea

    El análisis de los datos muestra que la concentración de la producción de leche es, de hecho, un fenómeno global. En prácticamente todos los principales países productores, se observa la misma tendencia: el número de explotaciones lecheras disminuye, mientras que la producción total continúa creciendo. Esto significa que un volumen de leche cada vez mayor se produce en un número cada vez menor de explotaciones, según Paulo Martins: «Estamos presenciando un proceso de concentración muy rápido e intenso a lo largo de la cadena de producción».

    Entre las principales razones de esta concentración se encuentran la adopción de tecnologías avanzadas, el efecto de las economías de escala y la profesionalización de la gestión en las grandes explotaciones, que han incrementado cada vez más la productividad por vaca. Además, los pequeños y medianos productores se enfrentan a una serie de desafíos que les dificultan mantenerse en el negocio.

    En Brasil, este escenario se repite y es probable que se intensifique en los próximos años. En este contexto, la concentración no debe verse simplemente como una consecuencia, sino como una advertencia: quienes deseen permanecer en el sector deberán adaptarse a las nuevas demandas del mercado, invirtiendo en gestión, innovación y eficiencia productiva. Los pequeños y medianos productores deberán buscar alternativas para aumentar su competitividad, ya sea mediante la profesionalización, las cooperativas o la adopción de modelos de producción innovadores.


    Infografía elaborada por OCLA en base al artículo de MilkPoint.

    traducido y extractado por el OCLA del Newsletter de MilkPoint por Igor Antonio